Casa de la poesía

Acouga es una casa llena de memoria. Un edificio por el que han pasado infinidad de ciudadanos de Celanova y su comarca. Después de una restauración minuciosa y respetuosa con el edificio original y con el entorno histórico en la que está ubicado, abrió sus puertas para recibir a los visitantes que buscan  sosiego o descanso entre sus muros.

Para reescribir una nueva página en la historia de este hermoso edificio, situado a pocos metros de la capilla mozárabe de San Miguel, se realiza un sentido homenaje a los poetas celanovenses, colocando, en cada una de las habitaciones que alberga esta infraestructura hostelera, un poema de los muchos autores que nacieron en esta villa milenaria de San Rosendo: Manuel Curros Enríquez, Castor Elices, Celso Emilio Ferreiro, Xosé Verlo Mosquera, Xosé Luís Méndez Ferrín, Paulino Vázquez y Baldo Ramos.

Poemas escogidos para celebrar la reapertura de una casa con más de cien años de historia, pero también para celebrar las palabras de los que volvemos a este lugar siguiendo los caminos del reencuentro y la literatura, como la vida hecha palabras. Celanova siempre será esa madre que nos espera.

En la reforma del hotel se persiguió el equilibrio entre materiales tradicionales y el empleo de sistemas constructivos actuales, simplificando el número de soluciones para conseguir una intervención sostenible e integrada en el entorno del casco histórico de Celanova.

La organización del jardín trasero, donde el agua, la vegetación y la luz son los verdaderos protagonistas del patio y de la terraza exterior, convierte a esta zona en el principal espacio de disfrute. El proyecto partió de la eliminación de todos los volúmenes ajenos a la construcción original y a una propuesta de patio tradicional. En cuanto a vegetación, se optó por árboles como el cerezo enano, el liquidámbar, arces japoneses, buganvillas, y también por plantas aromáticas como el romero, la lavanda y la albahaca.

Se recupera el antiguo pozo con la limpieza y con la incorporación del agua y la iluminación, al igual que el pilón tradicional. El espacio del salón semiabierto es un parral bioclimático para el control solar. En la urbanización, la materialidad se reduce al enlosado de piedra recuperada y al hierro corten.