Oleiros, 30 de octubre de 2020.–La Fundación Juana de Vega entregó hoy su Premio de Intervenciones en el Paisaje en la categoría de intervenciones privadas en el patrimonio construido y su entorno. El objetivo de este certamen es reconocer aquellos proyectos que recuperen el patrimonio construido y pongan en valor el medio que los rodea. En esta categoría se tuvieron en cuenta aspectos como la puesta en valor de los elementos construidos, la integración en el entorno, la incorporación de criterios de sostenibilidad así como la economía en el uso de los materiales. En esta ocasión, y por mor de las restricciones contra la pandemia, el acto contó únicamente con la asistencia de premiados y jurado.
El jurado del certamen estuvo presidido por la presidenta del jurado, la excoordinadora del Máster de Arquitectura del Paisaje y del Grado en Paisaje de la Universidad de Santiago de Compostela, María Isabel Iglesias Díaz. Como secretaria actuó la directora de la Escuela Gallega del Paisaje de la Fundación Juana de Vega, Isabel Aguirre de Urcola. Los vocales fueron el presidente de la Fundación Juana de Vega, Enrique Sáez Ponte; el profesor de Estética y Historia del arte de la Universidad de Santiago de Compostela, Federico López Silvestre; el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Galicia, secretario del Consejo Gallego de Ingenierías y miembro del Comité de Expertos de la Escuela Gallega del Paisaje, Pedro Calaza Martínez, y la arquitecta Covadonga Carrasco López, socia del prestigioso estudio Creus y Carrasco, ya galardonado con este certamen.
En esta edición, el jurado concedió por unanimidad el Premio Juana de Vega de Intervenciones en el Paisaje al trabajo “Recuperación del núcleo rural de A Míllara y sus viñedos”, en la parroquia de Vilar de Ortelle (Pantón, provincia de Lugo). La actuación fue desarrollada en su totalidad por Viñedos del Miño, S.L., bajo la dirección de Manuel Rodilla dell Barrio. El jurado valoró el destacado resultado conseguido, dándole una nueva vida a una aldea abandonada en el corazón de la Ribeira Sacra, con criterios de sostenibilidad y de respeto al patrimonio construido preexistente. La recuperación fue hecha con los mismos sistemas de edificación tradicional que allí confluyeron. En la vieja aldea se reconstruyeron las viviendas, los espacios públicos así como la bodega antigua, que sigue trabajando con la uva de castas tradicionales cultivadas en los socalcos del lugar, que se recuperaron y ampliaron en espacios vecinales. De este modo, añade el jurado que se respetaron los sistemas constructivos de estos elementos agrícolas que caracterizan el paisaje privilegiado de la comarca. El resultado, después de diez años de trabajo, es un singular ejemplo de recuperación patrimonial e integración en el entorno natural, ajustada a la herencia del pasado.
ACCÉSITS
El jurado decidió conceder dos accésits. El primero de ellos fue para la intervención “Puesta en valor de los recursos paisajísticos y arqueológicos del Castro de Doade y su entorno”, dirigida por la arqueóloga Vanesa Trevín Gallina y promovida por la Asociación de Amigos del Museo de la Casa do Patrón. El jurado destacó la calidad del trabajo desarrollado en este espacio ubicado en la comarca del Deza (Pontevedra), y el esfuerzo de una asociación local para poner en valor un castro que representa el modelo preponderante de agrupación humana del país Esta puesta en valor incluye el mantenimiento de un museo con los objetos recuperados, la integración del castro y otros elementos de la cultura megalítica en rutas de senderismo señalizadas, así como la realización de actividades educativas complementarias para difundir el conocimiento del modo de vida de nuestros ancestros.
El segundo accésit fue para el trabajo “Rehabilitación de la edificación existente destinada la pensión de peregrinos (Abeiro da Loba)” en Madelos (Sobrado dos Monxes), realizado por Sabalogal, S.L., sobre proyecto y dirección de obra de Miguel Estévez Gómez y Luciano González Domínguez. El resultado es, según las valoraciones del jurado, un edificio original, muy bien diseñado y adaptado a sus fines, que recupera muros y elementos de piedra de una edificación rural preexistente y se integra en un souto de castaños. El jurado también destacó la prolongación del bosque por toda la casa, a través del empleo de madera ejecutada con técnicas heredadas de los sistemas de construcción tradicionales.
Por otra parte, el jurado también estimó importante destacar, en esta convocatoria, la recuperación llevada a cabo en el Pazo de Toubes (provincia de Ourense) y su entorno, con un gran protagonismo de los recorridos de agua, fuentes así como de los socalcos de viñedos de la variedad treixadura. Un trabajo realizado por la bodega cooperativa Viña Costeira, bajo proyecto y dirección de los arquitectos Juan Caridad Graña e Isidro López Yáñez.
