Galicia debe ser zona desnuclearizada, pero no hay unanimidad en cómo movilizar su «petróleo»: el monte, hasta hace poco líder del negocio eólico estatal y origen del 55% de la madera cortada. La riqueza forestal gallega, tasada hace años en 28.253 millones de euros, se estanca. Los últimos datos del arbolado rebajan su superficie. ¿Los motivos? Comunidades de montes envejecidas, propietarios cada vez más urbanos sin tiempo y conocimientos para gestionarlo, leyes obsoletas, incendios o caída de plantaciones y precios que solo sortea el eucalipto. El bosque no interesa en muchos ámbitos, o supone un problema. Y la industria augura escasez de materia prima si no se capitaliza y mejora su competitividad.
El balance del 2010 para el sector maderero resalta un estudio de recursos realizado por las universidades de Vigo y Politécnica de Madrid. Según la cartografía de Galicia entre el 2005 al 2008, propiamente bosque serían un millón de hectáreas, 400.000 menos de las identificadas en el tercer inventario oficial cerrado en 1997, aunque el profesor Juan Picos explica el desfase: «Ni el método ni las cifras son comparables. El inventario se hizo a escala 1:25.000 y considerando arbolada toda superficie con un 5% de árboles, aunque el resto fueran tojos; nosotros analizamos información con detalle a escala 1:5000, y que un 20% fueran árboles, con al menos 400 pies por hectárea».
Pese al creciente eucaliptal del norte (la especie ya supone un 21% del arbolado, 216.000 hectáreas) y la regeneración natural del carballo, el estudio pone cifras a lo arrasado por el fuego y enfermedades en el sur, o la merma de pinares. El trasfondo es la débil actividad en las envejecidas áreas rurales, atrapadas por el abandono y la atomización de la propiedad, o el acceso esporádico al mercado.
Y eso que la Asociación Forestal de Galicia sostiene que la bajada del consumo de madera por la crisis genera una fuerte acumulación de madera en el monte. Eso deriva en desánimo en los particulares y comunidades de montes. ¿Cómo motivar a los más de 600.000 propietarios forestales? Con el rendimiento de parcelas de menos de dos hectáreas, a 15 o 25 años vista, es difícil. Algunos agentes ven incluso desinterés en la Administración. La industria dice que se ha dejado de invertir el 60% de lo previsto en los planes forestales. Y la Asociación de Viveros Forestales de Galicia (Vifoga) pide un cambio radical en las políticas, pues «o rural galego está a piques de perder máis de mil millóns de euros dos fondos europeos cofinanciados, aprobados ata o ano 2013».
Fuente:La Voz de Galicia