La Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria (LCA) tiene por finalidad mejorar el funcionamiento y la vertebración de la cadena alimentaria, de manera que aumente la eficacia y la competitividad del sector agroalimentario español y se reduzca el desequilibrio en las relaciones comerciales entre los diferentes operadores de la cadena de valor, en el marco de una competencia justa que redunde en beneficio, no sólo del sector, sino también de los consumidores.
El objetivo de la Ley es normalizar las relaciones comerciales que se produzcan entre los operadores que intervienen en la cadena alimentaria, desde la producción a la distribución de alimentos o productos alimentarios.
Gran parte de la industria alimentaria que opera en Galicia con la distribución está directamente afectada por la Ley, por lo que es importante hacer un esfuerzo de divulgación de las normas de obligado cumplimiento que en ella se dictan (contratos, fechas de pago,...), así como de las posibilidades de acogerse al Código de Buenas Prácticas en las relaciones del sector, que favorezca las relaciones profesionales con la distribución.
Legalidad; defensa de los consumidores; libertad de empresa, de mercado y de pactos; lealtad; transparencia, claridad, concreción, sencillez; eficiencia y sostenibilidad son principios por los que aboga el Código de Buenas Prácticas, para conseguir un mayor equilibrio y transparencia en las relaciones comerciales, mejorar el acceso a la información, a la trazabilidade y la regulación de las prácticas comerciales.
Con estos objetivos, en el marco del convenio entre AGACA y la Fundación en el 2016, se elaborará material divulgativo que será difundido entre las empresas y cooperativas del sector agroalimentario gallego, y se organizarán encuentros informativos y de animación entre ellos para lograr su adhesión voluntaria, junto con la distribución, al Código de Buenas Prácticas Mercantiles.