La Fundación Juana de Vega trabaja con Medio Rural en la movilización de 300 hectáreas abandonadas en la comarca de Lemos para su explotación

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Oleiros, 23 de junio de 2017.– La Fundación Juana de Vega está trabajando con la Consellería de Medio Rural en la movilización de cerca de 300 hectáreas abandonadas en la comarca de Lemos con el fin de ponerlas la disposición de las explotaciones interesadas de la zona y así ampliar su base territorial. Ese es el fin principal del convenio de colaboración que firmaron hoy la conselleira, Ángeles Vázquez, y el presidente de la fundación, Enrique Sáez, para finalizar el proyecto “Movilización de tierras en el Valle de Lemos”.

A través de este acuerdo se va la regular el uso y aprovechamiento de parcelas con vocación agraria, con el doble objetivo de evitar su abandono y de ponerlas la disposición de todas aquellas personas que necesiten terrenos para usos agrícolas, ganaderos, forestales, de conservación de la naturaleza y patrimonio, entre otros. El objetivo general del proyecto es la movilización productiva de tierras con potencialidad agrícola, tanto dinamizando la oferta como la demanda, a través de la cooperación público-privada.

La Fundación Juana de Vega ven desarrollando desde el año 2016, en colaboración con el Grupo de Investigación Laboratorio del Territorio de la Universidad de Santiago, el proyecto “Movilización productiva de tierras en el Valle de Lemos” a lo que ahora, con la firma de este convenio, si suma a Consellería de Medio Rural. Se trata de un proyecto de carácter piloto, que se desarrolla en este entorno por sus especiales características en cuanto a productividad agraria y el grado de abandono de las tierras, y tiene por objetivo lograr la movilización efectiva de tierras agrarias para su puesta en producción, tanto para potenciales demandantes locales como de otras zonas de Galicia. Para conseguir estos objetivos el proyecto se formuló en cuatro fases, que abarcan desde la identificación, caracterización y selección de zonas piloto potenciales hasta la movilización efectiva de la oferta de tierras en estado de abandono. En la actualidad se está trabajando precisamente en la definición de la estrategia a seguir para el estímulo de la oferta de tierras en las zonas piloto inicialmente seleccionadas.

Las zonas piloto identificadas se encuentran en los ayuntamientos lucenses de Monforte, Bóveda, A Pobra de Brollón, Pantón, O Saviñao y Sober. En el marco del proyecto también se tiene identificada la demanda existente en la zona, que fundamentalmente se centra en granjas y cooperativas de vacuno de leche, aunque también hay interés por parte de explotaciones de vacuno de carne y de huerta. Ahora, la Xunta tendrá que mediar entre los dueños y los interesados con diferentes acciones como arrendamientos, con el objetivo de ofrecer garantías jurídicas a todas las partes implicadas. El período de vigencia del convenio finalizará el 31 de diciembre del 2018 y tiene un presupuesto de algo más de 100.0000 euros, de los que la Fundación Juana de Vega aporta una cuantía de 40.000 euros.

A conselleira do Medio Rural, çngeles V‡zquez, asinar‡ un convenio de colaboraci—n coa Fundaci—n Juana de Vega para rematar o proxecto de mobilizaci—n de terras no Val de Lemos.

Durante lo último medio siglo a sociedad gallega pasó de ser mayoritariamente campesina a estar mayoritariamente terciarizada. Desde primeros de los años 60 el número de ocupados en la agricultura se dividió por trece, pasando de representar el 60% de la población activa en el 1959 al 5,4% en el 2012, al tiempo que la agricultura gallega se acomodó al paradigma de la Revolución Verde con una fuerte mecanización, intensificación y especialización ganadera, fundamentalmente de vacuno de leche y carne. En ese contexto, fueron muchas las explotaciones familiares que cerraron, mientras que el núcleo de explotaciones altamente especializadas consiguieron aumentar la producción final agregada. No obstante, el proceso modernizador que permitió multiplicar por tres la producción final agraria llevó aparejado la pérdida de prácticamente la mitad de la superficie agrícola gestionada, fundamentalmente pastos, aun habida cuenta la fuerte especialización en la ganadería de vacuno. Ese es uno de los motivos por los que el valor añadido bruto de la agricultura gallega tan sólo se duplicó, como resultado del abandono de un factor productivo básico como la tierra. El resultado fue que nadie gestiona grandes áreas anteriormente cultivadas, mientras que existen explotaciones que demandan tierra para incrementar su dimensión y mantener la competitividad en el mercado.

El presidente de la fundación y la conselleira firmaron un convenio para finalizar un proyecto de aprovechamiento del territorio en el Valle de Lemos

La Fundación Juana de Vega aportará al proyecto una partida de 40.000 euros, que se suman a los 62.000 previstos por la Xunta, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2018