El capital natural como soporte de vida: una cuestión fundamental para el desarrollo de Galicia

Share

Oleiros, 2 de octubre de 2017.– La Fundación Juana de Vega acogió el viernes el faladoiro «La Contabilidad del Capital Natural: Situación presente y perspectivas futuras», en el que participaron Arturo de la Fuente, director de la unidad de Estadísticas Ambientales y Cuentas, Desarrollo Sostenible de Eurostat; Antonio Martínez Serrano, subdirector general de Estadísticas Agrarias y Financieras del INE, y Roberto Vallejo Bombín, jefe del área de Inventario y Estadísticas Forestales del Ministerio de Agricultura.

La coordinadora de la jornada, María Loureiro, del departamento de Fundamentos del Análisis Económico de la USC, fue la encargada de abrir el faladoiro. Destacó la necesidad de «empezar a medir en términos físicos» para poder darle un valor y también un precio a los recursos naturales que existen en Galicia. «No sabemos aún lo que tenemos” destacó, “por eso es muy importante el trabajo que está haciendo el Eurostat», a través herramientas como los nuevos satélites que permiten ver el paisaje, los incendios y como está cambiando el territorio y tener posibilidades de emplear estos datos «desde un punto de vista de gestión, político y social para entender el país». Se trata de analizar los «casos pilotos previos del Eurostat y a partir de ahí podríamos ver cuánto vale todo esto, pero aún estamos en una fase muy embrionaria».

«No somos conscientes del patrimonio natural que tenemos pero cuando cambiamos de ecosistema vital empezamos a ser conscientes», añade. Por eso resultan fundamentales la «concienciación y el conocimiento, movilizar los recursos para tener más estudios y darle visibilidad al concepto: no debíamos ser los últimos de la cola en estimar lo que vale nuestro capital natural porque somos una de las regiones más ricas en biodiversidad y patrimonio natural de Europa».

Antonio Martínez, Arturo de la Fuente, Roberto Vallejo, María Loureiro

Por ahora, «existen infinidad de estadísticas en diferentes unidades, capas y tamaños que no se cruzan» y hay que tratar de «agregar todo conjuntamente y sacar una primera radiografía». En palabras de Maria Loureiro, «medir es fundamental para saber que tenemos y como gestionamos unos recursos que cada vez son más escasos por los cambios climáticos y por la presión demográfica». En cuanto al riesgo de que se cobre por la gestión del patrimonio natural, la solución podría ser «pagar a quien preserva el ecosistema, y a quien te da el servicio». «Es entendible que haya ciertas reticencias a la valoración del capital natural por temor a su mercantilización. No obstante el capital natural ya está en el mercado y mismo desde las Políticas Agrarias Comunitarias se establecen mecanismos de pago para los proveedores de servicios ecosistémicos” analiza Loureiro; “somos una potencia mundial a nivel pesquero, la Comunidad española que más CO2 capta en la atmósfera y carbono por hectárea retiene en los suelos. Somos la que más madera produce, la que más energía de fuentes verdes produce… nuestra economía tiene un sustento muy importante en la naturaleza, somos una bioeconomía que además produce muchos servicios culturales».

Por su parte, Arturo de la Fuente, director de la unidad de Estadísticas Ambientales y Cuentas, Desarrollo Sostenible de Eurostat, reflexionó en su intervención sobre la posibilidad de ponerle precio a la naturaleza, ya que es algo muy difícil de cuantificar».

Según De la Fuente, «los ecosistemas producen servicios y beneficios tanto para la economía como para las personas; el valor de estos activos depende de su estado de conservación porque los ecosistemas están expuestos a un estado de degradación». El experto del Eurostat explicó que para valorar un ecosistema «hay que tener en cuenta tres tipos de servicios: lo de aprovisionamiento, que es lo que la naturaleza hace por la humanidad; lo de regulación y mantenimiento, como el ciclo del agua, la eliminación de CO2 o el mantenimiento físico y químico del ecosistema, y el servicio de recreación y turismo que, además, pueden ser fuente de ingresos económicos».

Hay tres variables importantes en esta calificación: la extensión, el estado de conservación y la valorización de los activos. Los indicadores que permiten cuantificar el estado de conservación son la vegetación, la diversidad, el suelo, el agua o el carbón aunque es muy difícil comprobar cómo evolucionan porque no lo hacen de una manera lineal.

Arturo de la Fuente también avanzó en que consiste el proyecto KIP INCA de la Comisión Europea, formado por profesionales con perfiles diferentes, que busca ver hasta qué punto funciona la contabilidad de los ecosistemas y ponerlo en práctica, ya que hasta ahora sólo funciona de manera teórica. El proyecto está en una segunda fase para implementar estas cuentas piloto y ver qué salida se les puede dar en las políticas comunitarias. La idea es crear un sistema con un valor añadido para el proyecto pueda ser después adaptado a comunidades autónomas como Galicia.

Riqueza en cuanto a valor económico, cambio climático, mejoras en la salud pública, Políticas territoriales vinculadas al patrimonio natural. Beneficio medioambiental: erosión, agua, biodiversidad.

El faladoiro de la Cátedra Juana de Vega advierten de la necesidad de dar a conocer y poner en valor nuestro patrimonio natural.

Hoy se celebró en la sede de la Fundación Juana de Vega una nueva Tertulia de la Cátedra Juana de Vega, en el que expertos de Eurostat, el INE y el Ministerio de Agricultura analizaron el potencial de Galicia para analizar el valor y peso específico de su capital natural.

El objetivo es obtener una valoración global del papel del patrimonio natural como xenerador de riqueza y su influencia en los servicios ecosistémicos, de impacto positivo sobre la salud pública y cohesión social, efecto medioambiental, influencia en el freno del cambio climático o de la contaminación ambiental.

Los expertos llamaron la atención sobre la escasa preocupación social y política de valorar nuestro capital natural.

María Loureiro, del departamento de Fundamentos del Análisis Económico de la USC, alerta de que no me los debería ser los últimos de la cola en estimar lo que valle nuestro capital natural porque somos una de las regiones con la biodiversidad más rica de Europa.

Arturo de la Fuente, del Eurostat, explicó en que consiste el proyecto KIP INCA de la Comisión Europea, formado por profesionales con perfiles diferentes, que analiza la contabilidad de los ecosistemas.

Pedro Calaza, representante de la Escuela Gallega del Paisaje, incide en que esta línea de trabajo permitirá gestionar de manera más sostenible y racional nuestro territorio