El documento que tiene que sustituir en mayo próximo a la norma que impide edificar a menos de 500 metros del mar, y que acumula más de cinco años de retraso respecto a los plazos establecidos por la Lei do Solo y tres meses sobre el calendario que marcó Feijoo, divide el litoral gallego en siete áreas de protección, frente a las cinco que establecía el plan que dejó esbozado el Gobierno bipartito. Esas franjas se corresponden con las zonas de A Mariña lucense, las Rías Altas, el golfo Ártabro, el arco bergantiñán, la Costa da Morte, las Rías Baixas y la costa sur. En esas áreas se diferencian 35 sectores. Entre las nuevas herramientas que aportará el plan para ordenar los usos de la costa gallega destaca el catálogo del paisaje litoral.
Además, la treintena de expertos reclutados por la Xunta han definido y cartografiado 428 unidades de paisaje litorales. La información sobre cada una de esas unidades aparecerá estructurada en fichas con textos, mapas y fotografías explicativas, que recogen documentación sobre múltiples aspectos, desde las formas de relieve hasta el patrimonio natural, usos del suelo, morfología, dinámicas del paisaje, riesgos e impactos. Toda esa información recopilada permite a los técnicos conocer los objetivos de calidad de cada ámbito y establecer directrices comunes a esos espacios.
El equipo de Medio Ambiente ha analizado 200.336 hectáreas, que se dividen en el plan para configurar un nuevo modelo de gestión de la costa que diferencia áreas de protección, corredores ecológicos y zonas de mejora ambiental y paisajística.
Fuente: La Voz de Galicia