La investigación impulsada por la Fundación Juana de Vega permitirá a los productores gallegos de kiwi competir al más alto nivel de calidad con los líderes del mercado internacional

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Pontevedra, 15 de diciembre de 2011.-La Diputación de Pontevedra acogió este mediodía la presentación de los resultados del proyecto de investigación impulsado y financiado por la Fundación Juana de Vega sobre las propiedades que debe reunir el kiwi cosechado en la comunidad gallega para competir al más alto nivel de calidad con los grandes productores del mundo, fundamentalmente Nueva Zelanda e Italia. Este proyecto fue desarrollado en la Estación Fitopatológica del Areeiro, dependiente del organismo provincial, por las investigadoras Carmen Salinero y María José Lema, a partir de la propuesta realizada por el ingeniero agrónomo Luciano Martínez de las Heras, director de la empresa The Trading House Amodia, S.L. y muy vinculado al sector del Kiwi en España y Portugal. En la presentación de este estudio estuvieron presentes la diputada provincial Begoña Estévez; el director de la Fundación Juana de Vega, José Manuel Andrade, así como los ya mencionados Carmen Salinero y Luciano Martínez.

La importancia económica del kiwi en Galicia, un producto emergente por la gran demanda internacional que existe actualmente, así como la necesidad de información técnica por parte de los profesionales del sector, hicieron posible el desarrollo de este proyecto de investigación, financiado por la Fundación Juana de Vega, en el marco de su objetivo de promover el desarrollo del medio rural gallego a través de sus sectores productivos.

Así lo recordaba José Manuel Andrade en la presentación, en la que indicó que uno de los aspectos importantes de cualquier investigación es la transferencia de los resultados a los sectores productivos a los que afecta. El director de la fundación añadió que este trabajo ha permitido por primera vez estudiar el patrón de comportamiento de las variables que determinan la calidad del Kiwi del noroeste de la península ibérica, y ver, por ejemplo, en qué momento del ciclo vegetativo el fruto alcanza los valores óptimos, pero también cómo se comportan estos parámetros una vez que el fruto entra en cámara.

En este sentido, recordó que esta información es muy importante para los productores, ya que comercialmente la calidad tiene recompensa en forma de un mayor precio, que se traduce en una mejora de márgenes y de la rentabilidad de las explotaciones. Y es que no existe diferencia alguna entre el coste de producción de un producto de calidad media y un producto de calidad óptima siguiendo los parámetros que se indican en la investigación, pero sin embargo sí es mucho mayor el valor añadido que se obtiene, así como la posición para competir con los principales productores de los frutos de mayor calidad: Nueva Zelanda e Italia. Galicia, con unas favorables condiciones climáticas y en un momento en el que se prevé un incremento de la demanda, se encuentra por tanto ante una gran oportunidad para potenciar la producción de kiwi, por lo que necesita realizar una apuesta decidida por la calidad que le permita concurrir en condiciones competitivas con los líderes del mercado.

Galicia cuenta en la actualidad con unas 500 hectáreas dedicadas al cultivo de kiwi, que se sitúan principalmente en la provincia de Pontevedra entre Oia, Tomiño, Tui, O Rosal y la Guardia, y representa aproximadamente el 65% de la producción de España

Los resultados obtenidos en la investigación serán de gran utilidad para estos productores gallegos, ya que definen de manera precisa cuándo, cómo y en qué plazos realizar las cosechas. Así, según resumía Carmen Salinero en la presentación, el principal parámetro para cuantificar la calidad del fruto es su materia seca, es decir, la fibra que queda tras extraer todo el jugo. El umbral mínimo de esta materia seca para lograr un producto óptimo estaría en el 15%, que se obtiene 126 días después de la plena floración, que se da a finales de septiembre.

En segundo lugar, la investigadora avanzó que los 100 gramos de peso fresco del producto se alcanzan 140 días después de la plena floración, en torno al 10 de octubre, y que a los 154 días, en torno al 25 de octubre, es cuando se obtiene la hidrólisis del almidón y el aumento consistente del grado brix (el grado de sacarosa disuelta en un líquido).

En definitiva, la conclusión principal del estudio es que la cosecha del fruto óptimo en cuanto a parámetros de calidad debe realizarse a partir de los 175 días después de la plena floración, es decir, en torno al 10 de noviembre, cuando la materia seca del fruto supera el 16% y tiene un tamaño medio de 110 gramos, con un grado brix del 8 y la hidrólisis del almidón prácticamente finalizada.

El estudio, presentado hoy en la Diputación de Pontevedra, fue desarrollado en la Estación Fitopatológica de Areeiro, dependiente del organismo provincial, por las investigadoras Carmen Salinero y María José Lema

En el trabajo se indica en qué plazos y bajo qué condiciones se debe cosechar este fruto para obtener el mayor porcentaje de materia seca y otros parámetros de calidad como el nivel de sacarosa y el peso

Galicia se encuentra en condiciones óptimas para dar un gran salto en la producción y situar su producto en el mercado compitiendo con los grandes productores como Nueva Zelanda o Italia