Galicia cuenta con más de 30.000 entidades singulares de población, casi la mitad de todas las que existen en el Estado español. No obstante, desde hace décadas, el fenómeno de la despoblación del rural gallego está provocando que un número cada vez mayor de núcleos queden completamente deshabitados. Lo que anteriormente pudo ser un espacio lleno de vida y actividad, y que además ayudaba a gestionar el territorio, se ha convertido en una aldea abandonada o casi abandonada.
Conscientes y conocedores de este problema, la Fundación Juana de Vega en colaboración con la Fundación Eduardo Pondal han organizado esta mañana la jornada “El resurgir de las aldeas” con el objetivo de repensar estos núcleos rurales como espacios de vida y trabajo que se adapten a la realidad y necesidades del siglo XXI. El propósito ha sido continuar el debate, ya iniciado en un foro anterior, para buscar nuevas funcionalidades y modelos de co-gobernanza no para recuperar lo que existía, si no para revitalizar las aldeas desde una perspectiva contemporánea, promoviendo la generación de comunidad y dinamismo socioeconómico y cultural, contribuyendo así a su renacimiento y a la creación de nuevas oportunidades desde el enfoque de la estrategia Smart Village. Esta iniciativa europea busca potenciar las zonas rurales mediante la implementación de tecnologías inteligentes y enfoques colaborativos con el fin de crear comunidades más dinámicas, sostenibles y capaces de afrontar los retos del futuro.
Tal y como recordó Beatriz Suaréz, directora de Desarrollo Rural de la Fundación Juana de Vega durante la inauguración, el enfoque de esta jornada encaja muy bien con los fines de la Fundación Juana de Vega “desde la que estamos contribuyendo a través de varios proyectos a dinamizar el rural gallego”. Entre otros, la colaboración con la Xunta de Galicia para elaborar los primeros planes de dinamización de las conocidas como Aldeas Modelo, en alguna de las cuales han desarrollado intervenciones paisajísticas. Asimismo, a través de su Programa de Apoyo financiado con fondos propios, la Fundación Juana de Vega ha acompañado y tutorizado a más de 120 emprendedores y empresas del sector agroalimentario por toda Galicia, de enorme importancia para la dinamización del rural. Promueven también proyectos que tienen por objetivo el desarrollo de actividades que contribuyen a gestionar el territorio y hacerlo más resiliente frente a los incendios forestales.
Por su parte, Xosé María Varela, gerente de la Fundación Eduardo Pondal, puso en valor la trayectoria e influencia de su entidad para ser ejemplo para otros proyectos similares que quieran apostar por recuperar sus aldeas.
Diferentes experiencias con un fin común
A través de ponencias y una mesa redonda, los siete relatores invitados, llegados de diferentes puntos de Galicia y de Asturias, reflexionaron desde su experiencia y trayectoria sobre las claves para la dinamización de los núcleos rurales, la revitalización paisajística y el fomento de la sostenibilidad. Por la tarde, se realizó una visita de estudio a la aldea de O Couto para analizar su evolución en el tiempo y potencial cara al futuro.
Inés Santé, doctora ingeniera agrónoma, investigadora del Laboratorio del Territorio de la USC y exdirectora del Instituto de Estudos do Territorio y de la Axencia de Desenvolvemento Rural, abrió la mañana presentando las claves generales de la estrategia europea Smart Village. A continuación, dio paso a Francisco García, técnico de Desarrollo Rural de la Fundación Juana de Vega, que centró su intervención el tema “La dinamización de los núcleos rurales”.
Tras la pausa café, durante la mesa redonda, los cinco ponentes, con perfiles muy diferentes, y moderados por Beatriz Suárez, presentaron las claves para la regeneración paisajística y la dinamización local en base a su experiencia vital y profesional. El panel estaba formado por Juan Carlos Pérez, fundador de la plataforma TIC Aldealista conocida como el “Tinder de las aldeas”, que nació en la aldea ourensana de sus abuelos, Castiñeiro (San Xoán de Río). Lo acompañaron otro emprendedor tecnológico, Daniel Suárez, responsable de la “autoescuela de emprendimiento” Somiedo LivingLab, localizada en la aldea de Caunedo (Asturias), Lucía Escrigás, coordinadora de proyectos de la Fundación RIA, creada por el arquitecto David Chipperfield en 2017; y Diego Quiñoy, investigador del Centro Tecnológico Energy Lab que colabora en el proyecto europeo Aldealix para la puesta en marcha de comunidades energéticas rurales. Por parte de la Fundación Juana de Vega participó la paisajista Nuria Freire, que también dirigió la visita de estudio vespertina.
Este foro de conocimiento ha despertado gran interés, reuniendo en la aldea de O Couto (Ponteceso, A Coruña), en un día laboral, a setenta personas de diferentes edades, perfiles profesionales, académicos y vitales. En general, el público se mostró muy participativo en todos los turnos de palabra exponiendo las desventajas y trabas de vivir en el rural, pero también las oportunidades y gratificaciones que les aporta. La jornada “El resurgir de las aldeas” se enmarca en la colaboración conjunta de la Fundación Juana de Vega y la Fundación Pondal, que comparten preocupaciones sobre las problemáticas de los espacios rurales y su capacidad de ofrecer oportunidades de desarrollo sostenible.