La exposición conmemorativa sobre Juana de Vega visita todo el mes de septiembre Mondoñedo, villa natal de su padre

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“La figura de Juana de Vega no se entendería sin la referencia de su padre, el mindoniense Juan Antonio de la Vega González”, destacó hoy el escritor e historiador Xosé Ramón Veiga durante la inauguración en Mondoñedo de la exposición conmemorativa "Juana de Vega, condesa de Espoz y Mina (1805-1872). Hacer en el siglo" promovida por la Fundación Juana de Vega con motivo del 150 aniversario de la muerte de la mecenas y filántropa. La muestra itinerante, que está recorriendo Galicia, permanecerá en el municipio todo el mes de septiembre tras pasar por Monforte de Lemos, tierra natal de la madre.

El evento contó también con la asistencia del alcalde, Manuel Otero Legide; y de Enrique Sáez Ponte, presidente de la Fundación Juana de Vega. Xosé Ramón Veiga, autor de la última biografía sobre Juana de Vega, que lleva el mismo título que exposición, fue el encargado de presentar su vínculo con Mondoñedo a través de la figura de su padre. En este sentido, Otero Legide, además de agradecer a la Fundación la oportunidad de contar con Mondoñedo, valoró la muestra como una buena ocasión para conocer la relevancia histórica de su antiguo vecino.

El mindoniense Juan Antonio de la Vega, hijo de soltera de María Bárbara González y huérfano de madre con 8 años, emigró a Cuba con 14, donde amasó una mediana fortuna. Tras casarse con la monfortina María Josefa Martínez Losada, se asentó en la ciudad de A Coruña  con 27 años y abrió una casa de comercio para venta de productos de ultramar y del Mediterráneo, entre otras empresas, que le permitieron formar parte de la burguesía de negocios herculina. Esta solvente situación económica, junto con sus ideas constitucionales -está considerado uno de los primeros liberales gallegos-, impulsaron la educación y la formación ilustrada de su hija, poco común para las mujeres de su época, al tiempo que despertaba su gusto por la lectura y su vocación política. En la etapa adulta, ya casada con Espoz y Mina, acompañó a Juana en el exilio en Gran Bretaña, y tras la muerte del general, hasta su fallecimiento en 1839.

La exposición “Juana de Vega, condesa de Espoz y Mina (1805-1872): Hacer en el siglo” es un resumen de la historia de esta mujer ilustre, que desarrolló una intensa actividad benéfica y social. Progresista y liberal, fue una avanzada para su época, y dejó una gran huella no sólo en la ciudad de A Coruña sino también en toda Galicia y en el resto del Estado. En este sentido, Enrique Sáez Ponte recordó que “Juana de Vega fue la mujer con mayor relevancia política en la España del s. XIX y ejemplo singular del importante papel que las mujeres jugaron en la Galicia de la Edad Contemporánea”.

Todos aquellos interesados en visitar la exposición de esta importante figura de la historia de Galicia y España, pueden acercarse al Auditorio Pascual Veiga hasta el sábado, 30 en horario de lunes a viernes de 16.00 a 21.00h y los sábados, de 10.00 a 14.00h y de 16.00 a 21.00h.

Resumen de una vida intensa en 20 paneles
En la muestra, distribuida en 20 paneles, se recorren las andanzas de su familia, la guerra y la política de principios del siglo XIX, su matrimonio con el héroe de la Guerra de Independencia, Francisco Espoz y Mina, y su matrimonio. También el exilio, los ataques sufridos por el militar navarro y su muerte, que la convierten en la “viuda eterna”. Mas esto no fue óbice para que desarrollara su faceta humana e intelectual a lo largo de los años. Desde su función como niñera de la reina Isabel II hasta la fundación de hospitales y hospicios o su influencia en los círculos de poder para alcanzar siempre el fin de ayudar a los más necesitados.

La Asociación de Señoras, el Hospital de la Caridad, el Asilo de la Mendicidad y la Casa de la Compasión son algunas de las instituciones que contribuye a crear y, sobre todo, a mantener. Juana de Vega también participó activamente en las iniciativas políticas liberales que se dieron en la ciudad herculina y Galicia. Por su tertulia de la calle Real pasaron políticos, periodistas e intelectuales. Figuras como José Pardo Bazán, Vicente Alsina, Hipólito Otero, Montero Telinge o Arias Uría se encontraban entre sus amistades. Su implicación, siempre informal, en el manejo de las decisiones políticas que afectan a los progresistas herculinos continúa como mínimo hasta 1868, pero también sus contactos con los primeros espadas del partido a nivel estatal, en especial con Salustiano Olózaga.

Fue considerada como una heroína por su lucha contra el cólera, una de las dolencias más mortales del siglo. También destacó en la defensa de la memoria de su difunto marido, preservando su legado y protegiendo su recuerdo. Juana muere el 22 de junio de 1872 con 67 años. Deja un testamento detallado y sistemático. Sus últimas voluntades incluyen el reparto bien ordenado de sus bienes entre familiares, amistades muy queridas y diferentes instituciones.

Finaliza la exposición con una referencia a la Fundación Juana de Vega, que fue constituida por vía testamentaria con el objetivo de crear una escuela teórico-práctica de agricultura en la casa de verano en San Pedro de Nós, en Oleiros (A Coruña). Hoy, después de 150 años, la entidad continúa su legado adaptando su cometido a la sociedad actual.

Esta exposición itinerante, organizada por la Fundación Juana de Vega, cuenta con el patrocinio de la Consellería de Cultura, y la colaboración del Concello de Mondoñedo y más de una veintena de instituciones públicas y privadas que durante este siglo y medio guardaron, conservaron y catalogaron los fondos que tan generosamente Juana de Vega nos legó.

Tras visitar A Coruña, Santiago, Ourense, Vigo, Monforte y Mondoñedo, sus siguientes destinos serán Madrid y Navarra.

Xosé Ramón Veiga, escritor e historiador: “La figura de Juana de Vega no se entendería sin la referencia de su padre, el mindoniense Juan Antonio de la Vega González”