Mañana y pasado (27 y 28 de noviembre), Alfonso Ribas, director del área de Innovación e Investigación de la Fundación Juana de Vega, será uno de los 20 expertos invitados para participar en el primer Grupo Focal “Recursos genéticos locales de plantas perennes ante el cambio climático y la pérdida de biodiversidad” organizado por la EU CAP Network en Madrid.
Ribas presentará un proyecto pionero liderado por la Fundación Juana de Vega en 2007 para recuperación de variedades de uva ancestrales en la Indicación Geográfica Protegida de Betanzos (A Coruña), concretamente la Branca Lexítima y la Agudelo. En esta investigación de tres años, la entidad colaboró con la Misión Biológica de Galicia (CSIC), la Estación de Viticultura y Enología de Galicia y la Asociación de Viticultores de Betanzos.
La Red de la PAC de la UE es un foro a través del cual las redes nacionales de la PAC, las organizaciones, las administraciones, los investigadores, los empresarios y los profesionales pueden compartir conocimientos e información sobre agricultura y política rural.
Este será el primero de una serie de encuentros organizados por la Red PAC de la UE que tendrán como resultado un documento que se presentará a la Unión Europea con recomendaciones alrededor de una pregunta principal: "¿Cómo pueden la conservación y el uso de variedades locales infrautilizadas de cultivos perennes resultar atractivos y rentables para los agricultores y contribuir así a una agricultura sostenible respetuosa con la biodiversidad en el marco del cambio climático?" Los primeros debates empezarán mañana y pasado en este Grupo Focal en el que participará la Fundación Juana de Vega.
Foco en la biodiversidad
Además de revitalizar la tradición vitivinícola de la IGP Betanzos, que se remonta a más de 1.200 años, el proyecto liderado por la Fundación Juana de Vega buscaba promover la biodiversidad y la agricultura sostenible. La innovación radicó en la identificación y en la recuperación de variedades autóctonas que no solo enriquecieron el patrimonio vitícola de Galicia, sino que se integraron en el registro de variedades comerciales, permitiendo su comercialización bajo denominaciones propias. Además, se desarrollaron técnicas de cultivo específicas, adaptadas al clima local, para maximizar su potencial.
Casi tres lustros después de aquella investigación, los resultados socioeconómicos hace tiempo que se perciben. Primero en un aumento del interés por parte de nuevos viticultores en dedicarse profesionalmente a este sector productivo. Segundo, por el notable incremento del precio y reconocimiento de los vinos de la IGP Betanzos en el mercado.
Actualmente, la Fundación Juana de Vega continúa vinculada a esta zona a través del proyecto de innovación e innovación ECOSPHEREWINES, cofinanciado por el programa Interreg SUDOE. Su objetivo es mejorar el ecosistema de viñedos situados en zonas de alto valor ecológico a través de la implementación de una red de infraestructura verde para su conservación y gestión sostenible. En el piloto que se lleva a cabo en la Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo (A Coruña), la Fundación Juana de Vega colabora con la bodega local de la IGP Pagos de Brigante, además de la propia Reserva.
Otros proyectos de innovación relacionados con la conservación de la biodiversidad en los que ha participado la Fundación Juana de Vega son, entre otros, el de la recuperación del olivar autóctono. Esta es una investigación a la que nos sumamos en 2017 y, a día de hoy, continúa activa a través del Grupo Operativo del mismo nombre. Hasta 2027 se desarrollarán nuevas técnicas de multiplicación a gran escala (por estaquillado y microestaquillado in vitro) de las variedades autóctonas de olivo para responder a la elevada demanda de planta por el sector.
La Fundación también mantuvo un convenio con la Conselleria do Medio Rural para potenciar la recuperación de las variedades vexetais autóctonas de Galicia.