Oleiros, 23 de julio de 2018.– Vilas en flor es una iniciativa que persigue la mejora ambiental, social y económica de los ayuntamientos gallegos. En Galicia es el primer año que se desarrolla siguiendo el modelo existente en otras comunidades autónomas como Cataluña, Aragón, Canarias y Valencia, a semejanza del sistema implantado desde hace décadas en otros países como Reino Unido, Irlanda, Francia, Italia y Canadá. En comunidades como la catalana ya participan más de 110 ayuntamientos. La implantación en Galicia surge por iniciativa de la Asociación de Viveristas del Noroeste (ASVINOR) y de la Asociación Gallega de Empresas de Xardineria (AGAEXAR) y está apoyada y coordinada por la Fundación Juana de Vega, dentro del marco de su trabajo para la mejora integral del territorio y del paisaje en Galicia que realiza a través de la Escuela Gallega del Paisaje Juana de Vega.
Vilas en flor es un programa muy integrado en las inquietudes nacionales encaminadas a la puesta en valor de la riqueza natural y paisajística, en la línea de alguna de las multifuncionalidades de la infraestructura verde. Con este proyecto se pretende la mejora estética y funcional del territorio mediante el reconocimiento público de aquellas actuaciones medioambientales, enriquecidas con obras de ajardinamiento, ornamentación floral, mobiliario urbano y espacios lúdicos.
Las Flores de Honor son el distintivo que se concede anualmente a los municipios participantes según criterio de un jurado especializado formado por expertos de reconocido prestigio en el ámbito del paisajismo. Hay cinco niveles: de una la cinco Flores de Honra. El programa reconoce tanto la trayectoria como las acciones llevadas a cabo por los ayuntamientos gallegos para mejorar y resaltar los espacios verdes urbanos, su gestión sostenible, la educación ambiental y la concienciación ciudadana en el cuidado del entorno. Pueden participar todos aquellos municipios de la comunidad gallega que tengan menos de cincuenta mil habitantes. Los ayuntamientos deberán seguir las directrices marcadas por la estrategia estatal de infraestructura verde y por la regional, en pro de alcanzar territorios más sostenibles y resilientes. Y todo eso pasa por una mejor integración de la naturaleza en los ayuntamientos, una naturaleza que debe ser el patrón de referencia en el diseño urbano y que debe tener calidad.
Se trata de un programa encaminado a la mejora integral del verde en los ayuntamientos para potenciar los múltiples beneficios que genera. Se pretende no sólo un aumento del número de espacios verdes, sino también una mejora integral de la calidad de los mismos así como de los modelos de gestión que deben enfocarse hacia un aumento de la biodiversidad y del uso racional de los recursos y encuadrarse dentro de una serie de actuaciones más sostenibles y eficaces. De este modo, los ayuntamientos son reconocidos por su adecuada implantación y gestión de los espacios verdes, y contribuyen de forma directa al desarrollo económico local, generando más actividad económica derivada del propio sector de la planta ornamental y de la jardinería así como de un previsible aumento de visitas. De hecho existirán rutas específicas para los ayuntamientos que participan en este tipo de programas. Por otra parte, los ayuntamientos por los que transcurre el Camino de Santiago podrán ser considerados, reconocidos y valorados desde un prisma internacional, construyendo una marca de calidad local.
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